Los efectos del calentamiento global en los océanos se acercan ya al peor de los cálculos científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), con aumento del nivel del mar, huracanes devastadores y pérdida de los corales. La tendencia actual, comprobada por satélite, muestra que el nivel del mar sube tres centímetros por década, lo que se acerca al peor escenario de todos los calculados por el IPCC. En el informe "Los futuros océanos" en la Convención sobre el Cambio Climático se detalló que "entre 1900 y 2000 el nivel del mar creció veinte centímetros, y el IPCC, en su informe de 2001, sugirió que hasta 2100 podría crecer entre 9 y 88 centímetros más".
El aumento del nivel del mar es uno de los impactos más graves sobre la humanidad del cambio climático y miles de pequeñas islas podrían quedar bajo las aguas. La subida del nivel global de los océanos es causada por dos factores:
El primero es la llegada al océano de las aguas provenientes de fuentes tales como hielo derretido de los glaciares y las capas polares entre otros.
El segundo factor es la expansión termal del agua de los océanos. A medida que la temperatura de las aguas oceánicas aumenta y los mares se hacen menos densos, ellos se expandirán, ocupando una mayor superficie del planeta. Un aumento de la temperatura aceleraría la tasa de aumento del nivel del mar.
A lo largo de costas relativamente llanas como las del Atlántico, o a lo largo de costas que bordean los deltas de ríos fértiles y altamente poblados, un aumento en el nivel del mar causa un retroceso de la costa de 1.5 metros y ya se esta viendo en las costas de E.U. A lo largo de la costa Atlántica la erosión está angostando las playas y destruyendo casas vacacionales. A medida que el nivel del mar sube y las comunidades costeras continúan creciendo y bombeando agua de sus acuíferos, la intrusión de agua salada en los depósitos subterráneos se convertirá en un gran problema. Las naciones isleñas de baja altura en el Pacífico se inundarán o verán sus acuíferos de agua potable invadidos por agua salada. La intrusión de agua salada está afectando sus aguas potables y la producción de alimentos.
A lo largo de costas relativamente llanas como las del Atlántico, o a lo largo de costas que bordean los deltas de ríos fértiles y altamente poblados, un aumento en el nivel del mar causa un retroceso de la costa de 1.5 metros y ya se esta viendo en las costas de E.U. A lo largo de la costa Atlántica la erosión está angostando las playas y destruyendo casas vacacionales. A medida que el nivel del mar sube y las comunidades costeras continúan creciendo y bombeando agua de sus acuíferos, la intrusión de agua salada en los depósitos subterráneos se convertirá en un gran problema. Las naciones isleñas de baja altura en el Pacífico se inundarán o verán sus acuíferos de agua potable invadidos por agua salada. La intrusión de agua salada está afectando sus aguas potables y la producción de alimentos.
La temperatura de la superficie del mar está creciendo casi al mismo ritmo que la del aire y se ha constatado ya una reducción del hielo del Ártico del 20% entre 1974 y 2005.
Según el informe, los arrecifes de corales tropicales, los ecosistemas más ricos en especies en los océanos, están severamente amenazados por el cambio climático, y la mayoría de ellos podrían haber sido destruidos en los próximos cincuenta años, ya que muchas especies de esos celentéreos no pueden vivir en aguas más calientes.
Además, la disolución de dióxido de carbono en el agua provocaria la absorción de un 30% de las emisiones de CO2 lo que la vuelve más ácida y puede tener profundos efectos en los organismos marinos.
Según el informe, los arrecifes de corales tropicales, los ecosistemas más ricos en especies en los océanos, están severamente amenazados por el cambio climático, y la mayoría de ellos podrían haber sido destruidos en los próximos cincuenta años, ya que muchas especies de esos celentéreos no pueden vivir en aguas más calientes.
Además, la disolución de dióxido de carbono en el agua provocaria la absorción de un 30% de las emisiones de CO2 lo que la vuelve más ácida y puede tener profundos efectos en los organismos marinos.
Aunque no está comprobado que el cambio climático incremente el número de huracanes, sí está demostrado que puede aumentar su fuerza destructiva: con un aumento de 0,5 grados centígrados en la temperatura de la superficie marina se ha observado un incremento del 70% en la fuerza de los ciclones.
Limitar el aumento de las temperaturas globales a un máximo de 2 grados centígrados con respecto a la era preindustrial y lograr que no se incrementen más de 0,2 grados por década "es esencial no sólo para prevenir peligrosos cambios climáticos, sino para preservar el estado de los océanos" IPCC.
Si las temperaturas aumentaran 3 grados, el nivel del mar para el año 2300 podría elevarse entre 2,5 y 5,1 metros.
Limitar el aumento de las temperaturas globales a un máximo de 2 grados centígrados con respecto a la era preindustrial y lograr que no se incrementen más de 0,2 grados por década "es esencial no sólo para prevenir peligrosos cambios climáticos, sino para preservar el estado de los océanos" IPCC.
Si las temperaturas aumentaran 3 grados, el nivel del mar para el año 2300 podría elevarse entre 2,5 y 5,1 metros.
Gases de efecto invernadero
La presencia de los gases en la atmósfera permite el denominado efecto invernadero por el que parte del calor recibido por el Sol, se mantiene en la Tierra, permitiendo una temperatura estable, algo esencial para la vida. Sin él, el planeta seria un bloque de hielo. En este sentido los principales GEI (Gases de Efecto Invernadero), salvo los clorofluorocarburos (CFC) creado por el ser humano, son de origen natural: el dióxido de carbono (CO2), también denominado óxido de carbono y anhídrido carbónico; el vapor de agua (H2O); el metano (CH4); los óxidos de nitrógeno (NOx) y el ozono.
El problema surge cuando la cantidad de estos gases aumenta, lo que altera el equilibrio natural y provoca que el clima se comporte de manera distinta. La industrialización, con el uso masivo de combustibles fósiles y todas las actividades humanas derivadas, como el transporte o el uso intensivo de la agricultura y la ganadería, están contribuyendo desde el siglo XIX a incrementar estos gases. Además se encuentra la gran deforestación, que ha limitado la capacidad regenerativa de la atmósfera para eliminar el CO2.
No todos lo GEI producen el mismo efecto. Por ejemplo, los CFC tienen mayor acción relativa, su contribución real en el efecto invernadero es de un 5%. El CO2, con la menor acción relativa, pero con la principal contribución real del problema: un 76%. El metano con un 13% y los óxidos de nitrógeno, con un 6%.
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